lunes, 24 de noviembre de 2014

Capítulo 24 “Siempre parte II”



No hay recetas ni medicinas cuando nos enamoramos, la fascinación se enciende como esta soleada mañana, mientras la soledad es silenciosa y se altera por el ruido de autos, camiones y caminantes que desandan el día por inercia.
El verano asoma y hemos pasado mitad de un otoño y un invierno lleno de momentos, tardes y noches, amaneceres y mediodías, días enteros, ratos efímeros, hasta convertirnos en una génesis inigualable… lo inmortal es el recuerdo constante, la diáspora invisible, el instante trillado, un puñado de irrepetibles fotografías que nos reviven al cerrar los ojos.
Fueron decenas de años soportando la calle fría, la cama adornada con silencios y el vacío lleno de anhelos. Un simple devenir, una latente maravilla a punto de despertar y el sinónimo de comprender que nada está a salvo, salvo el amor realizado.
Novedad y asombro, simpleza y acaecer detrás de un gen que implora la concreción del reencuentro, silbando melodías que se permiten salir a la luz, en medio de un torbellino latente, como late todo lo que está colmado de vida al fin y al cabo.
Por Dios que no miento… no te vayas luz, no me dejes a la intemperie ni al calor de la sal que deja en carne viva la huella de mi rastro.
Sentí, vibrá, llorá conmigo aunque nos duela fuerte, aunque nos parta el alma…
La espalda se sostiene debajo de una galería de laberintos que resuenan, que cautivan, que murmuran lejanías sin nombre. Habitamos un cuerpo y ahora habitamos otro cuerpo, otro lugar, un mundo lindo en este mundo oscuro y atroz.
Voy a pedirte perdón…
Perdón por no ser como, tal vez, podría ser si me animase a enamorarme de los miedos que nos atraviesan, perdón por no iluminar tus noches siempre, cuando empiezo a mezquinar el fuego que me arde en el pecho al pronunciar el nombre Camila una y mil veces, perdón por no escribirte el verso preciso, perdón por no llegar a tiempo, cuando más me necesitabas, perdón por inmadurar cuando el tiempo dice que debo hacer todo lo contrario, perdón por callar cuando el silencio empieza a molestarte, perdón por negarte que la coraza dejó de existir cuando me mostrás que estoy vulnerable, perdón por no hacerte el amor bajo la luz de la luna, perdón por deshacerme cuando te veo venir, impidiendo que me veas deshacerme, perdón por jugar a ser un niño cuando más hombre necesitás que sea, perdón por ocultar mis celos, perdón por no llenarte la cajita de bombones siempre, perdón por quedarme dormido cuando hay que amanecer, perdón por aferrarme a tu cuerpo con locura cuando necesitás volar, perdón por no demandarte, perdón por no perderte para volverte a encontrar, perdón por estar triste cuando la felicidad debería ser un motivo para no estarlo, perdón por extrañar a mi madre cuando fue ella quien te puso en mi vida para dejar de extrañarla, perdón por negarme a aprender de vos mil cosas que estoy aprendiendo, aunque a veces, mi obstinación y mi orgullo, me llevan a negarlo de todos modos.
Perdón por abrir los ojos y extrañar soñar con vos, perdón por no aceptar que puedo equivocarme, perdón por no invitarte a escuchar música, perdón por no llevarte a mis lugares que son muchos, perdón por mis temores, perdón por mis humores, perdón por mis recuerdos, perdón por no plantar un árbol de cerezas en tu pecho, perdón por no dibujar paisajes en tu pared cuando tenés miedo por las noches, perdón por darte diecinueve mil novecientos noventa y nueve besos y no animarme a darte el veinte mil, perdón por decirte apenas que sos hermosa, sin encontrar un adjetivo que me permita decirte que sos mucho más que eso, perdón por descuidarte, por hacerte sufrir innecesariamente, por tanto que no me alcanzarían los perdones.
Perdón por haberme enamorado tanto de vos, perdón por haberte besado la boca, cuando lo que quería era besarte la vida, perdón por agarrarte la mano y no echarle perfume a violetas, a jazmines o a estrellas.
Perdón por ser mortal y estar muriéndome de amor por vos todo el tiempo… soy todo perdones.
Y si soy todo esto y te pido perdón… quiero que sepas que toda esta consecución de perdones es un solo perdón.
En nombre del amor que es todo porque sos vos… te pido perdón.